México, DF (EFE/Apro).- El regreso del Partido Revolucionario Institucional (PRI) al poder en México tras las elecciones celebradas ayer será consecuencia más de errores ajenos que de aciertos propios, dijeron hoy varios analistas, que no ven en la formación política signos claros de renovación.
“La decepción con el Partido Acción Nacional (PAN, en el poder) y los errores del Partido de la Revolución Democrática (PRD, el mayor partido de izquierda en México) le favorecieron las cosas al PRI”, dijo a Efe José Antonio Crespo, académico del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE).
El experto considera que el “principal responsable” del eventual retorno del PRI es sin duda el PAN y sus dos gobiernos (2000-2006, con Vicente Fox; y 2006-2012 con Felipe Calderón), “que no hicieron nada de lo que prometieron durante sesenta años”.
El PAN les falló a los mexicanos “con sus promesas históricas”, especialmente las de luchar contra la corrupción y la impunidad, lo que generó “una gran decepción, un fiasco” que llevó a un 70 % de los mexicanos a no quererle ya en el poder en 2012, según Crespo.
En el caso de la izquierda, el analista político culpa a esos partidos por su incapacidad para ofrecerse a los mexicanos con un verdadero proyecto de futuro y renovación.
Además señala que hubo un factor fundamental más: la elección de Andrés Manuel López Obrador como su candidato presidencial en detrimento del jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, con una línea más moderada.
El PRD “se equivocó con el candidato”, sostiene Crespo, al haber optado por quien “enajenó a una buena parte del electorado independiente” en 2006 al no aceptar los resultados.
Según el analista, Ebrard contaba con “una imagen de mayor civilidad, de institucionalidad”, pero fue desbancado mediante una consulta interna con la que el partido siguió “la tradición de que su caudillo en turno sea el candidato” pensando que “él tiene la fuerza suficiente para imponerse”.
Con el reparto de culpas a izquierda y derecha coincide Juan Pardiñas, analista y director general del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), una reconocida institución que maneja temas políticos y de administración pública.
En relación con López Obrador señala que “no supo entender la ambición de modernidad de la sociedad mexicana” a pesar del giro positivo que dio entre las campañas de 2006 y 2012, cuando pasó de confrontar sistemáticamente a sus adversarios y a determinados grupos sociales, como los empresarios, a proyectarse como “un líder más sereno”.
“Desgraciadamente esa transición y evolución no se acompañó de un desplazamiento al centro ideológico. No estoy pidiéndole grandes cosas”, quizás “que hubiera mandado un mensaje de que quiere ser el ‘Lula mexicano’ y combatir la pobreza, reducir la desigualdad y mantener la estabilidad macroeconómica (habría sido suficiente)”, agregó en entrevista con Efe.
Otro responsable con nombre y apellidos en el seno del PAN es el expresidente Fox, quien fue incapaz de aprovechar “una oportunidad histórica” para “marcar un contraste” con el PRI en su mandato, el de los primeros seis años de la alternancia, “un momento político crucial, que “cambió muchas cosas en México pero no tantas como esperábamos”.
El PAN de Fox y Calderón, que llegó al poder “con una visión liberal, civil, anticorrupta”, desgraciadamente lo dejará con otra con la que traicionó esos principios, añadió Pardinas.
Otros analistas que han reflexionado sobre la vuelta del PRI son Enrique Krauze y el sociólogo izquierdista Roger Bartra.
“Yo no celebro el regreso del PRI”, señaló a la cadena Televisa Enrique Krauze tras conocerse los resultados preliminares.
El historiador sigue viendo en ese partido viejos vicios del pasado por lo que pidió a los ciudadanos ejercer una vigilancia crítica, “las veinticuatro horas del día, los 365 días del año durante los próximos seis años” para evitar un alejamiento del rumbo democrático.
Bartra, sin embargo, destaca como una “buena noticia” de la elección de ayer la composición del Congreso, donde el PRI deberá aliarse con otras formaciones si desea que sean aprobadas las reformas estructurales clave como la fiscal, la laboral y una energética más profunda.
El sociólogo estima que la gran incógnita que se abre para los partidos de izquierda con el PRI en el poder, será saber si pueden “hacer una oposición de altura”, que ayuda a desbloquear en el Legislativo las reformas que requiere México.
VOTO DE CASTIGO AL PAN: PRENSA EXTRANJERA
Los principales periódicos de Estados Unidos destacan en sus ediciones de este lunes el triunfo del priista Enrique Pena Nieto en las elecciones presidenciales del pasado domingo, y apuntan que los votantes mexicanos respaldaron al PRI porque están cansados de la inseguridad y pobreza que priva en México.
“Por una sangrienta guerra contra las drogas y por los malestares económicos, los votantes le dieron una victoria confortable a Enrique Pena Nieto el candidato del PRI”, señala el periódico The New York Times en su primera plana.
“Los mexicanos parecen favorecer al partido que alguna vez fue el dominante, un cambio después de 12 años”, resalta la nota principal del diario.
The Washington Post cabeceó así la nota: “Peña Nieto gana la elección en México”.
El articulo publicado en la página 10 de su edición de este lunes, añade:
“Enrique Pena Nieto, un político dinámico y popular, quien es además el nuevo rostro del que fuera un partido corrupto; este domingo fue electo presidente de México”, indica The Washington Post en la nota firmada por sus corresponsales en la capital mexicana; Nick Miroff y William Booth.
Los dos diarios más importantes e influyentes de Estados Unidos coinciden en matizar que el triunfo de Peña Nieto es una especie de plebiscito sobre las políticas instrumentadas en la presidencia de México por Felipe Calderón.
“La elección fue claramente un voto de falta de confianza para el presidente Felipe Calderón y para su Partido Acción Nacional (PAN), después de 12 años en el poder”, subraya Washington Post.
Los dos periódicos estadunidenses establecen que Peña Nieto ganó los comicios con un amplio margen de ventaja sobre sus contrincantes, Andrés Manuel López Obrador, del PRD que quedó en segundo lugar, y Josefina Vázquez Mota del PAN que terminó en el tercer puesto.
“Las encuestas electorales indicaban que Peña Nieto obtuvo cerca del 40% de los sufragios, y una ventaja de 10 puntos sobre López Obrador”, puntualiza la nota del New York Times.
Además, el rotativo agrega en su despacho de primera plana que en el último año último año Peña Nieto visitó varias veces las ciudades de Washington y Nueva York, para presentarse ante legisladores (federales) y líderes de opinión.
En esos viajes, refiere el New York Times Peña Nieto “prometió una relación comercial más eficiente y amplia con Estados Unidos.
“Pero Washington estará muy atento a cualquier indicio de que el gobierno de Peña Nieto aligere la presión a los cárteles del narcotráfico”, enfatiza el diario.
Asimismo, agrega que, como candidato, Peña Nieto prometió distanciarse del combate militarizado al narcotráfico de Calderón, el cual ha dejado un saldo de más de 50 mil muertos en casi seis años.
The Washington Post añade, por su lado, que aun cuando las autoridades electorales de México destacaron la manera en que se llevó a cabo el proceso electoral, los comicios no estuvieron del todo libres de actos de violencia.
“El Ejercito mexicano fue desplazado a la población de Rincón Chamula, en el sur de Chiapas, para calmar la confrontación entre priistas e integrantes del Partido Verde. Reportes iniciales sostienen que tres personas perdieron la vida, y dos resultaron heridas”, concluye The Washington Post.